Incluso en estado parado, el nuevo 911 GT3 transmite una sensación de gran velocidad. Su estética más agresiva está basada en unos elementos de carrocería expresivos que repercuten positivamente en las prestaciones al favorecer la aerodinámica. Esto empieza por la parte frontal optimizada con sus aberturas ampliamente dimensionadas. Conducen el aire de manera controlada a los frenos en las ruedas delanteras y los refrigeradores. El aire vuelve a salir detrás del refrigerador de agua montado en posición centrada a través del hueco de salida rediseñado, ahora en dos partes, en el capó de construcción ligera. El cálculo preciso de este canal de aire mejora el flujo y, en consecuencia, la eficiencia de la refrigeración, pero aumenta a la vez la fuerza descensional aerodinámica en el eje delantero.
De ello se benefician también los difusores frontales: en combinación con el ancho labio de spoiler producen, especialmente a altas velocidades, un flujo más constante en los bajos totalmente revestidos del vehículo. El nuevo 911 GT3 cosecha los frutos de estas mejoras aerodinámicas en el eje trasero. Allí, el difusor trasero funcional, acercado y completado con aletas de gran tamaño, acelera el aire suministrado de manera tan controlada que la presión negativa generada succiona al deportivo de alto rendimiento adicionalmente hacia la carretera. Una ventaja llamativa: esta carga aerodinámica se genera de manera especialmente eficiente porque apenas influye en la resistencia aerodinámica del vehículo.
Ajuste de las prestaciones para la máxima carga aerodinámica en el circuito de carreras
El alerón trasero con su lujoso diseño y máxima eficacia resalta el carácter enfocado a la carga aerodinámica del 911 GT3. Su suspensión de tipo cuello de cisne se asemeja a la solución utilizada en el modelo GT de carreras de resistencia y al vencedor de su clase en Le Mans, el 911 RSR. Dado que las dos escuadras de aluminio sujetan el elemento de alerón desde arriba, la corriente de aire puede fluir sin perturbaciones por la parte inferior, más importante desde el punto de vista de la aerodinámica. La consiguiente reducción de las pérdidas de flujo aumenta la carga aerodinámica y contribuyen, junto con muchas otras medidas en los detalles, a equilibrar perfectamente la presión de contacto. Con el ajuste de fábrica, la carga aerodinámica ya supera en un 50 % a la del modelo anterior.
En la posición Performance, la carga aerodinámica a una velocidad de 200 km/h aumenta incluso un 150 %. Esta posición está reservada al uso en el circuito de carreras y ofrece múltiples posibilidades de adaptación: el ángulo de inclinación del alerón trasero se puede modificar manualmente en cuatro niveles, mientras unos elementos deslizantes denominados como «cortinas de aire» influyen en el flujo de aire en el difusor frontal. El efecto: al aumentar la velocidad, la presión de contacto adicional producida por la mayor carga sobre las ruedas mejora el agarre, lo cual, por su parte, repercute positivamente en la velocidad en las curvas. Tal como ocurre en el uso en la carrera, el equilibrio aerodinámico del nuevo 911 GT3 se puede adaptar individualmente a las condiciones del trayecto y al estilo de conducción.
Construcción ligera inteligente, relación potencia/peso deportiva
En el desarrollo del 911 GT3, Porsche también ha dedicado una atención especial a la relación potencia/peso: el «índice de masa corporal» de los automóviles es uno de los valores de mayor valor informativo en lo que respecta a las prestaciones de vehículos de carreras y de carretera. En el nuevo deportivo GT con cambio de marchas de seis velocidades corresponden 2,8 kilogramos a cada uno de los 510 CV (3,8 kg/kW). De esta manera, el nuevo 911 GT3 se acerca aún más al nivel de los automóviles de carreras de pura sangre.
A la búsqueda de kilos evitables, los expertos de Porsche Motorsport no han omitido prácticamente ningún componente o detalle del nuevo modelo GT. Las mejoras abarcan desde el nuevo capó de construcción ligera de plástico reforzado con fibra de carbono (PRFC) y las llantas de aleación forjadas hasta el cristal ligero utilizado en todos los vidrios y el sistema de escape de construcción ligera de acero inoxidable. La nueva cubierta trasera detrás de los asientos delanteros y el cambio de doble embrague Porsche PDK que prescinde de la octava marcha también aportan unos kilos importantes. Tan solo la batería de arranque de 60 Ah de LiFePO4 que viene instalada ahora de serie ahorra más de diez kilogramos de peso en comparación con el 911 GT3 anterior. Opcionalmente también está disponible una variante de 40 Ah. Esta pesa todavía 3,5 kilogramos menos.