Con su diseño extravagante, el 911 Targa se presenta como el icono de estilo entre los 911. La relación más estrecha le une con el 911 Carrera 4 Cabriolet. La tecnología y la carrocería coinciden en gran parte, salvo en la línea de las ventanillas. La combinación de la parte trasera ancha y del arco Targa con la luna trasera en forma de cúpula presta al último 911 un aspecto achaparrado y marcadamente deportivo. Aunque las dimensiones y la silueta son prácticamente idénticas a las de otros modelos 911, el centro de gravedad visual de los modelos Targa se desplaza hacia el centro, tal como ocurre en los bólidos clásicos de Porsche.
Excelente dinámica de conducción gracias a la amplia distancia entre ruedas y los neumáticos mixtos
El diseño exterior resalta las prestaciones aumentadas del 911 Targa. En comparación con el modelo anterior, la parte delantera de la carrocería es 45 milímetros más ancha. Esto se puede ver claramente por los pasos de rueda más marcados. En el 911 Targa 4, estos se extienden, en el eje delantero, para cubrir unas ruedas de 19 pulgadas; el diámetro de las ruedas traseras es de 20 pulgadas. El 911 Targa 4S está equipado de serie con llantas de 20 pulgadas delante y de 21 pulgadas detrás. Entre los faros LED está insertado armoniosamente el capó con una cavidad marcada, un homenaje al diseño de las primeras generaciones de 911. En la parte trasera dominan el alerón más ancho que se puede desplegar a distintos niveles y la banda luminosa fina y continua. Con excepción de la parte delantera y trasera, todo el revestimiento exterior está fabricado en aluminio.
Aerodinámica activa con reglaje Targa
La aerodinámica activa perfeccionada de la nueva generación de 911 también se aplica en el 911 Targa. Para este fin, se ha modificado la estrategia de regulación de los elementos activos, es decir, el alerón trasero y las chapaletas de aire de refrigeración, en función de la velocidad de marcha y del programa de conducción. El 911 regula su aerodinámica entre el modo Eco de eficiencia optimizada y la configuración Performance, óptima desde el punto de vista de la dinámica de conducción.
Diseño combinado con ergonomía: el interior del 911
El interior corresponde a los modelos 911 Carrera y está marcado por las líneas depuradas y rectas del tablero de instrumentos con el nivel de instrumentos inclinado hacia atrás. Aquí se toman como inspiración los 911 de la década de 1970. Además del cuentarrevoluciones central típico de Porsche, dos esbeltas pantallas de forma libre sin marco amplían la información para el conductor. Debajo de la pantalla central de 10,9 pulgadas del Porsche Communication Management (PCM) se encuentra una unidad de interruptores compacta con cinco botones para el acceso directo a funciones importantes del vehículo. El PCM incluye de serie, entre otros elementos, la navegación en línea basada en enjambres de datos y Connect Plus.
Construcción de techo optimizada
El sistema de techo ha sido sometido a un desarrollo ulterior y está formado, al igual que en el modelo anterior, por dos elementos móviles: por una parte, la capota de tela y, por otra parte, la luna trasera de vidrio. Dos amplios elementos de magnesio integrados aseguran el tensado óptimo de la capota de tela y actúan como aislamiento acústico y térmico. La luna trasera calefactable está fabricada de cristal de seguridad compuesto con un peso optimizado.
Los actuadores eléctricos de mayor potencia permiten abrir y cerrar el techo de manera totalmente automática en 19 segundos. Al pulsar el botón para abrir, se eleva la luna trasera de vidrio que está conectada con la tapa de la caja de la capota. A continuación, se bascula y se desplaza hacia atrás. Al mismo tiempo se abren dos tapas en el arco Targa, liberando la cinemática de la capota de tela. El elemento de capota se desbloquea. Durante la apertura, se pliega en forma de Z hacia atrás y se coloca detrás de los asientos traseros. Un panel transversal integra el elemento de capota. Seguidamente se vuelven a cerrar las tapas en el arco y la luna trasera. Con el techo abierto se puede desplegar manualmente un derivabrisas integrado en el marco. Este reduce considerablemente las corrientes de aire en el interior si lo desea el conductor y despliega su efecto máximo entre 50 km/h y 145 km/h.
Para evitar daños, el asistente de aparcamiento de serie vigila la zona detrás del vehículo durante la apertura o el cierre del techo. Durante esta operación, la luna trasera bascula, sobrepasando la parte trasera del vehículo. Si el sistema detecta un obstáculo en un perímetro de unos 50 centímetros detrás del vehículo, por ejemplo una pared u otro vehículo, cancela el proceso, evitando así una colisión. En este caso, se activa adicionalmente la cámara de marcha atrás y se muestra un mensaje en el instrumento combinado.