Con el 911 GT3, Porsche estableció en verano de 1999 las bases para una leyenda viva. El automóvil deportivo para carretera fue celebrado con entusiasmo, siguió el ejemplo de los modelos icónicos Carrera RS y estableció el punto de intersección entre los coches de serie y de carreras: estaba basado inmediatamente en el 911 GT3 Cup que ya se había estrenado en la temporada anterior en la Porsche Supercup en el marco de la Fórmula 1. Su denominación de tipo GT3 se remontó a una nueva división de clases en el deporte del motor que fue introducida en el año 1994 y se considera hasta hoy como un concepto de éxito en la escena GT. El modelo espartano 911 GT3 de la generación 996 y sus sucesores contribuyeron de manera determinante a su implantación a nivel internacional.
Tanto la versión de carreras como la de carretera se beneficiaron de su exclusivo ADN y sus componentes que reflejaban la inmensa experiencia en el deporte de competición de Porsche. Por ejemplo, el motor: El motor bóxer atmosférico de seis cilindros con una cilindrada de 3,6 litros procedió del propulsor turbo con refrigeración por agua del 911 GT1 que había alcanzado en 1998 una doble victoria en Le Mans y cuyo cárter seguía llevando los genes del Porsche 962 de la era del Grupo C. En el modelo de serie, la refrigeración por agua de las camisas de cilindro y culatas aseguraba la evacuación rápida del calor y los pistones forjados y las bielas de titanio reducían el peso de los elementos móviles en el interior del motor. El cigüeñal fue completado con un volante bimasa y un embrague de carreras.
El resultado fue extraordinariamente emotivo y hecho a la medida de los conductores apasionados del 911 que disfrutan dejando rienda suelta a su deportivo en un circuito de carreras: el motor de cuatro válvulas de 265 kW (360 CV) convenció por su potencia específica de 100 CV por litro y entusiasmó por su sonido intenso y su marcada capacidad de giro. Las cinco velocidades superiores del preciso cambio de marchas de seis velocidades se podían sustituir fácilmente para adaptar la relación de transmisión a diferentes circuitos de carreras. También se podían adaptar los estabilizadores transversales. El chasis reforzado y rebajado en 30 milímetros poseía un rango de ajuste ampliado para la inclinación de las ruedas con el fin de permitir al 911 GT3 aprovechar el potencial de los neumáticos de carreras. También el alerón trasero mostraba seis posiciones de ajuste para variar la carga aerodinámica en el eje trasero.
Finalmente, el 911 GT3, con su velocidad punta de 302 km/h, recibió la última bendición de manos de Walter Röhrl en la sección Norte: fue el primer automóvil con homologación de carretera que logró recorrer el circuito del Eifel en menos de ocho minutos. Para ser exactos, necesitó siete minutos y 56,3 segundos para establecer el entonces récord del circuito en la variante de cronometraje más corto. A modo de comparación: la nueva generación, actualmente la cuarta, del 911 GT3 atravesó en el marco del trabajo de desarrollo rutinario el muro del sonido de los siete minutos con 6:59.927 minutos. Si se mide de la misma manera como, en su momento, con Walter Röhrl, el piloto de pruebas Lars Kern lo logró incluso en solo 6:55,2 minutos. Esto permite cifrar exactamente 21 años de avances en el sector automovilístico con la ayuda del 911 GT3: con una ventaja de más de un minuto en el circuito de carreras más difícil del mundo.
El nuevo modelo deportivo repitió el éxito del 911 Carrera RS 2.7 de 1973: la demanda superó de largo las expectativas. En lugar de las 1350 unidades previstas en un primer momento, un total de 1868 ejemplares encontraron un feliz propietario. El 911 GT3 reducido a lo esencial había llegado para quedarse. En el año 2003, Porsche presentó una versión mejorada adicionalmente. Destacaba básicamente por sus nuevos faros, un alerón trasero modificado y un aumento de la potencia a 280 kW (381 CV). Así, el 911 GT3 aceleró de 0 a 100 km/h en 4,5 en lugar de 4,8 segundos y la velocidad máxima aumentó a 306 km/h. Por primera vez también se ofrecían unos frenos de cerámica Porsche Ceramic Composite Brake (PCCB) como opción. Estos reducían las masas no suspendidas en 18 kilogramos.
Una mayor cilindrada, una mayor potencia, mayores prestaciones
En 2006 continuó la siguiente generación de GT3. Estaba basada en el 911 con la denominación interna 997 y debutó con 305 kW (415 CV) en el Salón del Automóvil de Ginebra. El motor de seis cilindros permanecía prácticamente incambiado y conservó inicialmente su cilindrada de 3,6 litros. Para la aceleración de 0 a 100 km/h bastaban ahora 4,3 segundos y la velocidad máxima se encontraba en los 310 km/h. Visualmente, el 911 GT3 se distinguía por primera vez por una salida de aire del radiador esmaltada de negro delante de la tapa del maletero, un detalle que se convertiría en una de las características de esta serie. También en el ámbito de la aerodinámica, el nuevo deportivo logró dar un importante paso adelante: gracias al labio de spoiler delantero y al alerón trasero, completado con un spoiler adicional con un flap de Gurney, la fuerza ascensional aerodinámica se redujo a cero por primera vez en un modelo de serie. El 911 GT3 también significó el estreno del Porsche Active Suspension Management (PASM) instalado de serie.
Un año después de la actualización de los modelos de la generación 911 del tipo 997, Porsche llevó a la parrilla de salida en el 2009 un nuevo 911 GT3. Este recibió un motor ampliado: la cilindrada se incrementó de 3,6 litros a 3.797 ccm y la potencia aumentó a 320 kW (435 CV). Como resultado, el deportivo de carretera aceleraba de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 312 km/h. Como distintivo especial actuaba el alerón trasero, ahora de nuevo de una pieza.
un nuevo motor y una alternativa discreta
En 2013 llego el sustituto: el 911 GT3 basado en la generación 991 se presentó de nuevo con una cilindrada de 3,8 litros. Sin embargo, el motor bóxer, ahora de 350 kW (475 CV), procedía de una nueva familia de motores, se basaba en la inyección directa de gasolina y alcanzaba un régimen máximo de 9000 rpm. El uso constante de materiales ligeros tuvo un efecto directo en un rendimiento aún mejor. Con el cambio de doble embrague y siete marchas (PDK), aceleraba de 0 a 100 km/h en solo 3,5 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 315 km/h. También brilló en la sección Norte del circuito de Nürburgring, la cual es, desde siempre, el listón para medir los vehículos del fabricante: el tiempo por vuelta se redujo por debajo de los 7:30 minutos.
En 2017, la siguiente etapa evolutiva estaba lista: en el 911 GT3 de la generación de modelos 991.2., el seis cilindros tenía ahora una cilindrada de 4,0 litros y un rendimiento máximo de 368 kW (500 CV). Además del cambio PDK, se volvió a ofrecer un cambio de marchas mecánico de seis velocidades, que proporcionaba una experiencia de conducción aún más purista. Sin embargo, el 911 GT3 alcanzó sus prestaciones más impresionantes (de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos, velocidad máxima de 318 km/h) en combinación con la tecnología PDK. Con caja de cambios manual alcanzaba incluso velocidades de 320 km/h. Otra novedad: para los clientes que deseaban disponer del temperamento en estado puro del modelo GT3 en combinación con una presencia más discreta, Porsche lanzó el 911 GT3 Touring. Recogió la tradición del 911 R de 2016 y se contentó, por ejemplo, con el alerón trasero retráctil del 911 Carrera GTS, complementado con un borde de corte adicional (Gurney flap).
El capítulo más reciente: el progreso se mide en minutos
En la edición más reciente, la séptima, el nuevo 911 GT3 vuelve a marcar pautas. Con una potencia de 375 kW (510 CV), incorpora la tecnología de competición pura de forma más consecuente que nunca. Por ejemplo, se emplea por primera vez en un 911 de serie un eje delantero con suspensión de doble horquilla de diseño elaborado. Su principio fue derivado del 911 RSR exitoso en Le Mans. También el alerón trasero de tipo cuello de cisne, regulable en cuatro niveles, el difusor trasero funcional y el amplio labio de spoiler con difusor frontal ajustable están basados en la transferencia tecnológica del 911 RSR al vehículo de serie. Su acción conjunta mejora considerablemente la carga aerodinámica del nuevo 911 GT3 en comparación con el modelo anterior. El resultado impresiona: 6:59,927 minutos. En este corto tiempo, el piloto de pruebas Lars Kern recorrió completamente la Sección Norte del circuito de Nürburgring en el marco del trabajo de desarrollo rutinario con el nuevo 911 GT3. Y con ello era más de un minuto más rápido de lo que consiguió el ancestro del 911 GT3 en 1999.