El núcleo de la gestión térmica es un sistema inteligente de alta eficiencia para la refrigeración y el calentamiento de los componentes de alta tensión. Esto se aplica sobre todo a la batería de alta tensión con tecnología de 800 voltios, así como los demás componentes de alta tensión, como el cargador de CC a bordo, el convertidor CC/CC, el cargador de CA a bordo y los componentes de accionamiento, como motores eléctricos, onduladores pulsados y caja de cambios. El circuito de refrigeración está acoplado con el circuito de líquido refrigerante del vehículo en función de las necesidades.
De este modo se previenen las posibles pérdidas de potencia debido a una generación de calor excesiva, suministrando siempre la potencia refrigerante precisamente al componente que la necesita en cada momento. Con ello se asegura la máxima flexibilidad para todos los modos de funcionamiento, así como los requisitos del vehículo típicos de Porsche. Al mismo tiempo, el Porsche Charging Planner (PCP) se encarga de que, cuando se llegue al punto de carga, predomine la temperatura óptima.
En el lado del hardware, el sistema de gestión térmica está formado por un sistema de tuberías interconectado con un radiador de refrigerante (parte delantera, a la izquierda en el sentido de la marcha), tres bombas de líquido refrigerante, seis válvulas de líquido refrigerante, dos ventiladores y diez sensores de temperatura del líquido refrigerante. A esto se añaden los componentes acoplados del área de la climatización, con un condensador de climatización (parte delantera, a la derecha en el sentido de la marcha), un evaporador separado (chiller) y un intercambiador de calor climatización/refrigeración (iCond).
El sistema completo se regula a través de una centralita electrónica interconectada de alto grado.
La cantidad de potencia de accionamiento disponible desde la batería de alta tensión, y el que se pueda cargar rápidamente, depende del nivel de carga (SoC) y de la temperatura de los elementos. Esto produce diferentes objetivos de regulación de la temperatura, dependiendo del estado inicial y del estado final deseado. Con ello, el modo de conducción seleccionado es decisivo. El modo «Range» opera con el grado de eficacia óptimo el accionamiento, la batería de alta tensión y el mínimo consumo de energía de la red de a bordo (por ejemplo, reducción del régimen de las bombas de líquido refrigerante). Por el contrario, en los modos «Sport» y «Sport Plus» se seleccionan los objetivos de temperatura para el avance de líquido refrigerante a la máxima capacidad de potencia de los motores eléctricos y los onduladores pulsados (PWR).
La amplitud del margen de regulación en este caso es mucho mayor que, por ejemplo, en un vehículo convencional con motor de combustión. Solo las conexiones utilizadas en la gestión térmica del vehículo completo suman en el Taycan más de 300 estados. A partir de ahí se calcula siempre el estado energético óptimo en cada momento y se regula. Los objetivos de alta disponibilidad, por ejemplo, para el Launch Control, se consiguen mediante una reducción considerable y rápida de la temperatura del líquido refrigerante. También es posible un preacondicionamiento térmico para cargar muy rápido en el punto de llegada calculado o en el momento de llegada calculado previamente.